Evaluando los procesos de enseñanza y aprendizaje
en el aula.
Pilar
Arnaiz Sánchez, 1996, afirma: “ante la necesidad de encontrar otras
formas de evaluación, que subsanen este problema y con la finalidad de buscar
medidas más realistas e interesantes, ha evolucionado un número de técnicas
de evaluación alternativas, agrupadas bajo la denominación de "valoración auténtica".
Dicha forma de evaluación indica que los alumnos pueden demostrar lo
que saben a través de habilidades que representan demandas de aprendizaje
realistas.
Estas evaluaciones puede ser exhibiciones de aprendizaje que
se reúnen a lo largo del tiempo, para mostrar una evidencia de progreso,
adquisición y aplicación.
El docente da la oportunidad a los
alumnos de expresar el conocimiento a través de múltiples modos y no sólo a
través de formas tradicionales (Perrone 1994).
En definitiva, evaluar los procesos de enseñanza y aprendizaje que
tienen lugar en las aulas significa considerar las siguientes dimensiones:
·
Evaluación de los estudiantes:
Ha de identificar las competencias logradas, el estilo de aprendizaje, intereses y motivaciones, así
como el grado de ayuda y los recursos que se requieren para progresar
en su aprendizaje.
· Evaluación del aula como
contexto de desarrollo y aprendizaje:
Ha de identificar
aquellos factores que facilitan o limitan el proceso de aprendizaje en los aspectos físicos y ambientales; en el clima
del aula o aspectos interactivos y en la práctica
pedagógica.
La
evaluación de
los procesos de enseñanza y aprendizaje puede darse mediante la observación.
El docente puede usar diversas técnicas e instrumentos:
·
Registros anecdóticos:
Registro escrito de los hechos, anécdotas o incidentes
más significativos o relevantes en la conducta y desempeño
escolar de los alumnos.
· Diario del Profesor:
Registro escrito de las observaciones informales que
realiza el docente sobre el impacto de las estrategias aplicadas a alumnos.
·
Registros de observación:
Pautas semiabiertas para registrar los logros
con relación a los objetivos establecidos.
·
Listas de verificación:
Corresponden a listas de rasgos de conducta o de características,
habilidades, logros de aprendizaje, que son observados bajo la relación
“presencia – no presencia” por el docente.
·
Análisis de los trabajos y
producciones del alumno:
Proporciona información sobre cómo son sus producciones, sus errores más
frecuentes, cómo organizan el trabajo, hábitos, así como la evolución que va
teniendo a lo largo del curso.
·
Listas u hojas de cotejo:
Serie de criterios de observación relacionados
con lo que se desea evaluar, cada uno de los cuales se refiere a una
cualidad de logro (positiva o negativa) con relación a algún objetivo y/o
contenido.
· Escalas de calificación:
Enunciados relacionados con lo que se ha de
evaluar, cada uno de ellos seguido por una escala de opciones de graduado valor
calificativo.
En este sentido, es recomendable que el centro educativo cuente con
instancias y otorgue facilidades para que los y las educadoras:
· Reflexionen sobre las propias prácticas docentes identificando
las fortalezas y debilidades.
· Cuenten con sistemas de
evaluación y seguimiento de las prácticas docentes.
· Desarrollen estrategias de colaboración para situaciones problemáticas del aula.
· Reciban observaciones y retroalimentación de otros colegas.
· Valoren el impacto de los
resultados de las innovaciones implementadas.
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